BreathStream es el último álbum de mi querido colega Max Corbacho. Lleva tantos meses en el mercado como yo de retraso para su merecida crítica. Apenas si he podido comentarle algo a nivel privado, y eso que Max tuvo el detalle de enviarme unas de las poquísimas copias existentes en CD (limitadas a promoción y círculos cercanos), ya que su venta se lleva a cabo sólo vía online (MusicZeit, CDBaby, iTunes, etc). Pero no nos engañemos, pese a mi nivel de dejadez en este punto me considero uno de los mayores fans de Max y a él uno de mis músicos favoritos sin duda alguna, de manera que ahí va mi reseña.
Con una producción impecable y una calidad sonora a la altura de los mejores en su estilo, Corbacho nos presenta Breathstream como una suerte de continuación a su aclamado álbum Talisman, donde nos ofrece, de nuevo, un intenso viaje sonoro a lo más profundo del espacio o, si se quiere, de uno mismo. Aquí Max vuelve a moverse entre atmósferas densas, ricas en detalles y con un sonido plagado de matices armónicos, ofreciéndonos un trabajo elaborado y muy disfrutable, en la línea a la que nos tiene acostumbrados. Sin embargo, pese a la similitud sonora, el carácter de este trabajo resulta muy distinto del de Talisman. El aire melancólico que planeaba sobre las (a veces oscuras) atmósferas de su anterior trabajo son aquí reemplazadas por un apaciguamiento y una estaticidad que incitan a otro tipo de introspección. Mientras que temas como The Luminous Space o Pure Being irradian optimismo, luz y color, otros como No Day nor Night y No Form nor colour construyen un universo cálido y estático en el que la ingravidez rodea al oyente de una forma totalmente inmersiva.
El momento álgido llega, para mí, con el penúltimo tema, Temple of the Dissolution, donde la inmensidad del espacio queda definida por los contundente acordes de los pads y en el que sólo hay cabida para la pulsante respiración de alguna galaxia naciente. Inmensidad esta en la que el oyente se sumerge y acaba por disolver para luego devolvernos a la vida con Pure Being, con esa luz que mencionaba, al final del álbum, recordando a un cálido amanecer tras un profundo y reparador sueño durante la noche.
Pese a que Breathstream se basa casi exclusívamente en sintetizadores, su sonido dista mucho de resultar frio, convirtiéndose en un perfecto aliado para los amantes de la meditación, creativos en busca de inspiración o simplemente soñadores empedernidos. Hacer mención además a la cubierta que, como viene siendo habitual, se compone de infografias basadas en fractales.
Con este nuevo trabajo Max nos demuestra que los años no pasan en balde y que su experiencia musical crece pareja a la personal, dándonos la oportunidad de disfrutar de una de sus obras más maduras. En ocasiones comparado con artistas como Steve Roach, Thom Brennan o Amir Baghiri, con este trabajo Max nos demuestra, una vez más, que hace mucho que tiene voz propia y que desde luego tiene mucho que decir.
website de Max Corbacho
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