miércoles, 10 de marzo de 2010

Klaus Schulze - La Vie Electronique 3 & 4

Estos últimos dos volúmenes de la serie de recopilatorios de Klaus Schulze titulados La Vie Electronique salieron a la venta durante el pasado mes de agosto, pero no cayeron en mis manos hasta el mes de diciembre. Sin embargo no ha sido hasta hoy que he podido sacar algo de tiempo para comentarlos brevemente, al igual que hice con los volúmenes 1 y 2 en este artículo.


También en esta ocasión se trata de dos volúmenes que salieron al mercado de forma simultanea, cada uno compuesto por tres discos, un libreto en formato digipack y cantidad de temas inéditos de una calidad altísima y un sonido excelente. La inmensa mayoría de los temas incluidos en estos discos abarcan grabaciones realizadas entre los años 1975 y 1976 tanto de conciertos como en estudio, centrado principalmente en temas de largo desarrollo y apoyados por secuencias, distanciándose ligeramente del sonido experimental de los recopilatorios anteriores. Estos discos son, por lo tanto, todo un premio para los amantes de trabajos como Cyborg, Timewind, Body Love y Moondawn y un excelente muestrario de una de sus épocas más representativas e interesantes de este genial artista.


En el volumen 3 nos encontramos con un primer disco que resulta ser de lo mejorcito que he escuchado nunca de Schulze, tanto por su calidad musical como por su interpretación. Se trata de un concierto de 1975 en la iglesia de St. Benno, en Munich en el que nos encontramos con dos temas típicamente evolutivos y de larga duración (Alles ist gut y Der Blaue Glaube) divididos en partes y uno más corto (sólo 9 minutos) titulado Well Roared, Lion! Además del uso de órganos, también se puede apreciar el EMS Synthi A además de los ARP 2600 y Odyssey que solía usar en esta época, así como su por aquel entonces recientemente adquirido secuenciador personalizado Syntanorma. Ya casi en la última parte del concierto entra en escena una excelente grabación de percusión real (interpretada previamente por el mismo Schulze) que nos hace recordar sus inicios.

En el segundo disco nos encontramos con más temas grabados en conciertos a lo largo de Europa durante el año 1975, algunos de los cuales son improvisaciones para bises, abundando las secuencias rápidas y de sonido contundente pero también con sonidos algo más experimentales. Fourneau Cosmique, el tema con el que se abre el disco empieza con una secuencia que, sin ánimo de insinuar nada, me recuerda mucho a Arrival, el tema de apertura del disco Empetus de Steve Roach, uno de sus mayores fans. Cabe destacar a mi juicio el tema La Présence d'ésprit, que si bien no es la grabación con mejor sonido sí es uno de sus temas más interesantes del álbum. En el tercer disco ya sólo encontramos una grabación en concierto compuesta por cuatro temas que duran en total 32 minutos, mientras que el resto del disco son grabaciones en estudio, algunas de las cuales fueron creadas a partir de la adquisición de su gran sistema modular Moog. Aunque gran parte de este disco suena a álbumes como Body Love y X, es el tema que lo cierra, titulado Gewitter, el que más se acerca a estos trabajos. Y es que, según el libreto, su fecha de grabación resulta imprecisa y se estima podría ser un descarte sin catalogar de aquellas grabaciones.


El cuarto volumen se abre con una obra titulada Just an Old-Fashioned Schulze Track que consume todo el primer disco y se compone de 9 movimientos llenos de variaciones que van desde secuencias feroces y muy rápidas a experimentos cacofónicos y sólos de órgano. Se trata de una tour de force grabada en directo y plagada de sonidos familiares entre los que destacan, de nuevo, el EMS Synthi A, el ARP 2600 y sus órganos Farfisa. Un excelente muestrario de lo que es capaz de hacer este artista en directo.

El segundo disco se abre con el atmosférico y oscuro Shadow Piece, un corte excelente, para continuar con otra larga obra interpretada en vivo titulada I Sing the Body Electric (en homenaje al libro de relatos cortos de Ray Bradbury). Esta comienza con una versión del tema Midphaser de su álbum Moondawn para luego desembocar en una serie de poderosas atmósferas de corte galáctico que acaban por tornarse delirantes y rítmicas hacia el movimiento Fever Dream, que abre paso a un final similar al comienzo de la obra.

El tercer y último disco comienza con The Andromeda Strain, o lo que sería una tentativa de banda sonora para el libro de Michael Crichton, en el que intenta captar la tensión de una amenaza biológica mediante atmósferas sombrías y, de nuevo, secuencias bastante inquietantes. El siguiente tema, titulado Make Room, Make Room! hace referencia, de nuevo, a otra obra de ciencia ficción (precursora de la famosa película Soylent Green), en este caso a cargo de Harry Harrison, donde, también de nuevo, se trata de una obra evolutiva llena de pads y secuencias. El disco se cierra con Darkest Steglitz, uno de los temas más oscuros y atmosféricos del autor, perteneciente a un concierto de 1976 y que, sospecho, nos prepara para los siguientes volúmenes de la serie.

Por cieto, según la web de Schulze, la serie La Vie Electronique, cuyos próximos volúmenes deberían haber salido a la venta durante las pasadas navidades, ha visto retrasada su publicación porque, al parecer, no seguirá siendo editada por SPV y andan negociando con otros sellos y distribuidores. Esperemos que sea algo que se resuelva pronto y que no se paralice de forma indefinida, ya que estos recopilatorios son, a mi juicio y al de muchos, de lo mejor que ha dado el autor a lo largo de su dilatada carrera.

Ver también:

2 comentarios:

ThrashEr-ick dijo...

Excelente reseña amigo, me fascina el trabajo de Klaus Schulze, un saludo cordial desde Guatemala.

Ran Kirlian dijo...

Muchas gracias por tu comentario ;)