miércoles, 20 de enero de 2010

Namm Show 2010 - Conclusiones finales

Tras haberme repasado muchas de las novedades expuestas en este certamen del Winter NAMM Show 2010, basada de forma casi exclusiva en lo concerniente al mundo del sintetizador, quisiera, a modo de resumen, exponer mi valoración personal acerca de lo que ha supuesto esta feria tecnológica para el mundo de la síntesis. Todo esto, claro está, desde la distancia y tras haberme mantenido en constante contacto con otros medios y usuarios a los que no puedo menos que agradecer su prontitud en cuanto a publicación de fotografías, vídeos y resúmenes de los que me he nutrido a lo largo de esta semana y casi una docena de artículos. Entre ellos mencionar a sitios como Matrixsynth, Synthopia, MusicRadar, Sonic State, Sound On Sound, Hispasonic, Sequencer.de, Big City Music y gente como SmugMug, Neil Bufkin, Brandon Daniel, Synthesizers en Flickr, DontEatWhatTheyFeed,RockOn Company, thedeepelement y muchos otros que ahora mismo no recuerdo.

[foto: © 2010 Yoko Ono]

En lo que respecta al certamen en sí, mis impresiones se podrían resumir en sólo una, muy similar, por cierto a la del año pasado: decepción. La gran constante de los últimos años parece haberse consolidado con esta nueva edición: una descarada apuesta por el mercado de los controladores midi y usb, superficies de control y pads y tendencia hacia plataformas como Ableton:
Akai, Novation, Cakewalk... También una cierta inclinación por el mundo de la grabación digital portátil: Yamaha y su serie Pocketrack, Korg y su Sound on Sound, Alesis con Palmtrack y Tascam con sus DR-2D y DR-08, productos todos ellos prácticamente indistinguibles entre sí en cuanto a prestaciones, precios y aspecto.



En el terreno de los sintetizadores hardware, novedades prácticamente ninguna: el señor
John Bowen enseñando de nuevo su Solaris, cuyo proyecto no parece que acabe de arrancar, Dave Smith y su versión teclado del Mopho. Como sorpresa la resurrección de EMU con su modesto Longboard 61 y como gran novedad en este terreno el Mungo State Zero, aparato que seguramente será de difícil alcance por su (presumible) alto precio, tamaño y peso a enviar desde Australia bajo pedido... Bueno, también andaba por allí el increible Dewanatron Swarmatron, pero solo en exposición, ya que estos bichos no se venden. A continuación un minúsuclo vídeo de apenas 10 segundos con el que apenas da para imaginar el sonido de esos 8 osciladores analógicos creando tonos armonizados.



Pero, ¿y donde se han metido las grandes compañías este año?¿Dónde han quedado las grandes y esperadas novedades que no salieron ni el año anterior y el otro? Pues veamos,
Roland ha sacado otro teclado más para escenario, el V-Combo aportando con ello más bien poca cosa, el procesador vocal VP-7 que viene a ser una versión de bolsillo de sus sintetizadores VP y la versión renovada de su legendaria superficie de control percusiva Octapad; Korg ha sacado... ¿el Kaossilator Pro? Otro refrito con cambio de color (práctica habitual en ellos). Sí, vale, sacaron también el Microsampler y el Wavedrum hace poco pero, ¿y algo nuevo como el Radias del 2006? O peor, ¿qué ha pasado con Yamaha? ¿Alguien ha visto u oido alguna novedad en el terreno de los sintetizadores por parte de Yamaha este año? Nada.



Puedo comprender que estas grandes ballenas del sonido se dispersen con facilidad hacia mercados más lucrativos en este momento, otros (instrumentos, controladores, equipo de estudio, percusión) pero, ¿qué ha pasado con compañías que parecen especializadas en la síntesis?
Clavia ha sacado el Nord Piano, que al menos no tan bochornoso como Nord Lead 2x Annyversary Model de teclas negras del NAMM 2008. Access ha sacado... la actualización del SO 4 para sus Virus TI. Novedad gozosa para sus clientes actuales, pero quizá no tanto para captar nuevos. ¿Y Waldorf? Bueno, parece que presentaban nueva versión de su software Largo y su teclado eléctrico Zarenbourg, pero ni una palabra sobre su largamente anunciado Stromberg. Eso sí, el premio gordo para Alesis. Su gran novedad, además anunciada a bombo y platillo fue el Micron SE: el mismo sintetizador que siguen vendiendo pero con los laterales de color azul y ningún otro cambio. ¡Espectacular! Ni siquiera parecen haber anunciado nuevas remesas de su aclamado Andromeda o una triste actualización del SO del Fusion. Triste, muy triste.



Se podría hablar de crisis en el sector, incluso a nivel creativo, pero yo apuntaría más hacia un cambio de valores. A mi entender hay un marcado desinterés por parte de las grandes compañías (quienes quizá ya han dicho todo lo que podían al respecto), y una aparente calma y confianza por parte de los fabricantes más pequeños, ya asentados en el mercado, quizá con cierto ánimo de explorar o pulir sus productos actuales, lo que les impulsa a un desarrollo más lento. El software se ha comido mucho terreno en este sentido y cada vez son más los premios recogidos y los usuarios satisfechos de poder cargar su portátil con todo el arsenal necesario para obtener resultado profesionales.

¿Y qué queda? La gente que sigue pidiendo máquinas, exploración sonora más allá del ratón o las superficies de control y creatividad física. Y para ellos también hay mercado, uno cada vez más bullicioso y menos minoritario que se expande como la pólvora: los sintetizadores modulares, los kits DIY, los proyectos extraños y experimentales desarrollados por gente no profesional (muchos de ellos al menos no del todo). Nombres como
Doepfer, Cwejman o Analogue Solutions que ya llevan años sonando, pero que ahora despuntan con más fuerza que nunca junto con Tip Top Audio, Makenoise, Malekko, The Harvestman, Moon Modular que también han presentado cosas nuevas en esta edición del NAMM. También Teenage Engineering con su interesante CP-1 y Metasonix, incluso Mungo con su ya mencionado State Zero, todo obra de pequeñas iniciativas que parecen despertar cada vez más interés entre el consumidor ante la falta de iniciativa de los fabricantes de siempre que, por otra parte, consiguen monopolizar cualquier certamen sólo con su presencia y casi sin necesidad de novedades.



Para terminar me quedo con este trocito de actuación de Moldover (un tio que no me cae especialmente simpático pero al que le reconozco sus méritos) que sirvió de demo de su propia superficie de control Mojo.

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