Como muchas otras veces, se trataba en principio de simple juego con los aparatos, en este caso sólo el Alesis Ion y el Yamaha DX-200 conectado a él: creando sonidos, experimentando, pasando el rato en definitiva sin ningún objetivo de fondo, pero me gustó lo que salía.
Gran parte de la gracia que le encuentro a estos temas radica en el aftertouch y las ruedas de modulación del Ion, grandes fuentes de expresión, así como el juego que me daba el delay del DX-200 junto a la resonancia de su filtro. Aunque en el Ion hago cambios de programas y partes, el sonido del DX-200 es básicamente el mismo en todos los temas, aunque lo voy editando levemente sobre la marcha. La reverberación corre a cargo de la tarjeta EMU 1820m mientras grababa los temas.
Principalmente los temas, de muy corta duración para ser mios, eran los tres primeros, mientras que la última parte, subtitulada addendum, fue un pequeño añadido de última ahora justo antes de dejarlo todo para irme a la cama. Es por ello que la cámara está en una posición distinta respecto de las otras dos grabaciones.
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