En noviembre del pasado año publiqué el artículo titulado Roland JD-800 Xpander I, en el que comentaba la adquisición de dicho sintetizador, el cual venía dañado, entre otras cosas, por el popular problema de la cola derretida en los contactos del teclado. A la hora de comprarlo (de segunda mano) ya me estuve planteando la posibilidad, tal como menciono en el artículo, de darle una solución algo más radical que la indicada en los videos del artículo Reparaciones en un Roland JD-800. Pues bien, con la llegada de mis (tan necesitadas) vacaciones he conseguido reunir tiempo y ganas para llevar a cabo el proyecto, y esta es la crónica con imágenes del proceso, por si alguien más gusta de aventurarse.
El problema de este sintetizador radica en una especie de cola que utilizaron para fijar los contactos del teclado, el cual con el tiempo y ciertas temperaturas elevadas (he podido comprobar que con apenas 30ºC ya reacciona) se funde y abandona su lugar para desparramarse por la parte baja del chasis y entre las teclas, dejándolas pegajosas y a menudo inútiles.
Al parecer el servicio técnico de Roland en EEUU es capaz de proporcionar repuestos del teclado por unos 200$, pero es algo que se encarece si incluimos el envío ( y aduanas) a Europa/España. Ignoro si Roland ofrece ese servicio aquí, en cualquier caso teclados para usar el sintetizador (vía MIDI) tengo de sobra, de manera que mi idea consiste en "extirpar" la zona dañada, cosa que resulta bastante fácil ya que simplemente se trata de anular un bus que une el controlador del teclado con la placa base principal.
[bus que conecta el teclado al resto del sintetizador; se encuentra debajo del teclado, por lo que hay que desatornillarlo del chasis para su acceso]
Una vez desatornillado y desconectado el teclado probamos que el sintetizador funciona correctamente, en este caso manejado desde el teclado del Oberheim OB-12. En la base del chasis se pueden ver hasta cuatro pequeñas láminas de metal manchadas y pegadas, que se corresponden a los contrapesos despegados de algunas de las teclas.
A partir de aquí se complica la cosa si queremos transformar nuestro monstruo digital en algo con un tamaño más reducido y manejable. La idea es amputar la zona del chasis que queda vacía que, para bien o para mal, es de acero. Es necesario contar con una buena herramienta para llevar a cabo este paso: una sierra caladora con hoja de corte progresivo para metal es suficiente. Llegados a este punto, despacito y buena letra.
Esto implica, además, cortar también la zona del chasis superior y los embellecedores laterales, lo que supone un pequeño problema: el fader del volumen, los controles de transpose, solo y portamento y el mando para pitch bend y modulación quedan del lado cortado. Afortunadamente toda la circuitería implicada se encuentra justo debajo y los cables que la unen con el resto del sintetizador son bastante largos y flexibles. La idea aquí es dejar toda esta zona de control colgando del sintetizador (al menos de momento) como una caja aparte tal como se puede apreciar en la siguiente imagen.
Cortar el chasis de la base me llevó algo más de media hora dada mi inexperiencia en este tema y una sierra no demasiado potente, pero la cosa fue bien. Después le llegó el turno a los embellecedores laterales del sintetizador que llevan, en su interior, refuerzos también de metal. Por último las partes plásticas del chasis superior, tanto las de la circuitería de la izquierda como el trozo restante de la derecha.
En las dos siguientes imágenes se puede ver con claridad el resto de partes eliminadas: base del chasis, teclado y algunos contrapesos despegados. El brillo de la zona negra del chasis es característico de la cola derretida (y pegajosa) imposible ya de limpiar.
Se puede apreciar, además que en la parte posterior del teclado ya quedaban pocas teclas con contrapesos y algunas de ellas venían, además, parcheadas con pequeños trozos de papel, sutil gentileza del anterior dueño. Con la extracción de todas estas partes el peso del sintetizador disminuye fácilmente 4 ó 5 kilos.
En la siguiente imagen podemos ver ya el resultado final de la operación, con los embellecedores laterales ajustados e instalados y la circuitería auxiliar flotante, de momento sin cerrar por debajo. El cuerpo del sintetizador también ofrece una poco estética apertura por la zona de corte.
Para cerrar la apertura delantera corté una madera con las medidas adecuadas (aunque vista a posteriori me parece quizá demasiado gruesa) y la pinté de negro, fijándola mediante dos pequeñas escuadras a la parte interior de los laterales.
De esta forma, y tras limpiar el polvo acumulado en los faders, concluye la operación estética del JD-800. El sintetizador, no obstante, no está en completa forma ya que los botones de cursor parecen estar fallando desde hace ya tiempo y estaría bien echarles un vistazo. De momento el sintetizador es totalmente funcional, suena perfectamente y ocupa bastante menos espacio, justo lo que yo buscaba.
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