miércoles, 27 de febrero de 2013

Klaus Schulze - Shadowlands


Klaus Schulze publica estos días su nuevo álbum Shadowlands, un disco largamente anunciado y varias veces postpuesto que por fin ve la luz en dos formatos, CD simple y una edición limitada de doble disco con dos temas extra.


Shadowlads se compone principalmente de 3 temas, "Shadowlights", corte principal que dura cerca de 40 minutos e " In Between" y " Licht und Schatten", ambos en torno a los 17 minutos. Todos ellos se mueven en el universo de secuencias y atmósferas que lleva trabajando Schulze en los últimos años con obras como Moonlake, Kontinuum y Live in Japan pero también guardando mucha similitud con sus trabajos colaborativos junto a Lisa Gerrard como Farscape y Rheingold, dado que de vez en cuando surgen voces que recuerdan a las de Lisa, aunque sin ser ella, dado que no consta en los créditos. Pese a todo este trabajo suena fresco y moderno, con una producción impecable y una calidad compositiva e interpretativa a la altura de lo que nos tiene acostumbrados el artista alemán.

Los dos temas que componen el segundo disco, disponible comodigo sólo en la edición limitada, se enmarcan en una línea parecida a  la del primero, pero algo más tranquila y con constantes guiños a los inicios de su carrera. El primero de ellos, "The Rhodes Violin", con una duración por encima de los 55 minutos posee muchos elementos que enlazan directamente con las largas actuaciones del Schulze de los años 70 aunque con algunos elementos novedosos. El tema se presenta con una primera mitad muy etérea y agradable que poco a poco va evolucionando a secuencias y donde resuenan chelos y violines a cargo de Thomas Kagermann altamente reminiscentes a los de su viejo amigo Tiepold. También y esto es lo nuevo, hay flautas, instrumentos de cuerda que parecen shamisen japoneses y voces, afortunadamente, mejores que las que empleaba en aquellos primeros años. El resultado es un tema de Schulze al más puro estilo pero con toques étnicos que le dan un brillo atípico pero que encaja razonablemente bien. Tibetan Loops, el tema que cierra este segundo disco es una pieza también bastante calmado con voces etéreas y de corte exótico que contribuyen a crear una atmósfera de lo más sugerente y que encaja a la perfección con el corte anterior.

Shadowlands se trata de uno de los trabajos más tranquilos que ha presentado el legendario músico en los últimos años, por momentos más próximo a géneros como el ambient que al del Berlín-school pero que definitivamente cuenta con su personal sonido y giros compositivos además de una impresionante calidad.

Más detalles en klaus-schulze.com

1 comentario:

Unknown dijo...

Muy bién explicado y totalmente de acuerdo